Estamos en una época de contacto intenso con la incertidumbre. Y esto puede resultarnos doloroso, pues cualquier mirada al exterior marea. ¿Por qué? Porque el cambio continuo de la situación nos hace perder de vista los referentes.
Tu cuerpo, tu corazón y tu mente están perfectamente diseñados para interactuar con el entorno, solo que no siempre estás en contacto con ellos.
Pero puedes encontrar la manera de atravesar la tormenta. ¿Cómo? Estableciendo el referente en ti mismo. Y desde la comunicación contigo podrás establecer un vínculo de comunicación sana con el exterior.
¿Te cuesta hacer planes? ¿Ni siquiera puedes entender qué quieres? ¿Te descubres en un bucle de pensamientos negativos? ¿Te sientes ansioso/a? ¿Irascible? ¿Te congela tener que resolver conflictos laborales y personales? ¿Te escondes tras un personaje al hablar hasta con tus seres cercanos? ¿Contestas con tópicos a las preguntas personales? ¿No sabes decir lo que los demás no quieren oír? ¿Te horroriza el silencio y/o la hoja en blanco? ¿Te quedas mudo/a cuando ves que alguien sufre? ¿Te agotas al escuchar los problemas ajenos?
Tratar de volcarte hacia el exterior sin haber mirado primero hacia adentro es desviar la cuestión. Lo cierto es que hasta que no aprendas a relacionarte contigo de una forma amable y honesta no podrás hacerlo con los demás.
¿De qué forma te hablas a ti mismo/a? ¿Cómo te relacionas con tus pensamientos? ¿Qué haces con las emociones? ¿Lo pasas todo por el intelecto? Cuando escuchas a alguien, ¿estás conectado con tu cuerpo y tu corazón? ¿Aceptas las partes de ti que te desagradan? ¿Te esfuerzas por ser el que los demás quieren que seas? ¿Te permites cometer errores?
Si no afrontas primero estas cuestiones, estarás alzando un muro entre ti y los demás.
Photo by Gabriel Matula on Unsplash
Tratar de volcarte hacia el exterior sin haber mirado primero hacia adentro es desviar la cuestión. Lo cierto es que hasta que no aprendas a relacionarte contigo de una forma amable y honesta no podrás hacerlo con los demás.
¿De qué forma te hablas a ti mismo/a? ¿Cómo te relacionas con tus pensamientos? ¿Qué haces con las emociones? ¿Lo pasas todo por el intelecto? Cuando escuchas a alguien, ¿estás conectado con tu cuerpo y tu corazón? ¿Aceptas las partes de ti que te desagradan? ¿Te esfuerzas por ser el que los demás quieren que seas? ¿Te permites cometer errores?
Si no afrontas primero estas cuestiones, estarás alzando un muro entre ti y los demás.
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Tu cuerpo es capaz de avisarte de cuando estás en peligro o cuando tienes que reposar en cama. Y también te permite mantenerte presente en cualquier situación. Para comunicarte con los demás, primero has de conectar con lo que tu cuerpo tiene que decirte instante a instante a través del cultivo de la atención.
De forma natural, tu corazón empatiza con las personas que te rodean aunque, debido a todo lo que has sufrido, lo encierras en una cámara acorazada. A través del trabajo con las emociones y de la escritura, desarrollados en un entorno seguro, tu corazón se irá asomando para ayudarte a conectar con los demás.
Tu mente es curiosa, honesta y precisa, pero la tienes tan sobresaturada con el intelecto y el afán de control que no dejas que se manifieste de forma espontánea. Con ayuda de la meditación puedes dejar de identificarte con sus contenidos y dejarla respirar, de modo que te devuelva una mirada cargada de sabiduría y sentido del humor.
1. Comunicarte contigo
2. La atención plena
3. Estar presente en el cuerpo
4. Escucha y habla consciente
5. Manejar situaciones de conflicto
Soy Isa Cañelles y de pequeña casi no hablaba, así que me refugié en la lectura y en la escritura. Siempre he sido introvertida, tímida y he sufrido bloqueos a la hora de comunicarme con los demás.
La dificultad como camino
Si te soy sincera, no sé cómo terminé impartiendo clases, porque el miedo y la vergüenza me impedían transmitir con claridad mis conocimientos. Supongo que la vocación de enseñar era más fuerte que mis patrones. Aun así, he tenido que trabajar duro conmigo para establecer una conexión fructífera con el mundo.
Tu riqueza natural
Si algo he sacado en claro, es que estamos provistos naturalmente de todo lo necesario para comunicarnos con los demás, y que las dificultades provienen de cómo nos relacionamos con nosotros mismos. Y te puedo enseñar algunos de los trucos para hacerlo desde el ámbito de la escritura, la meditación y la psicología.
Este curso: un cóctel muy completo
En este curso aunamos nuestras respectivas habilidades, Alba Rosa en el campo del teatro, el coaching, la expresión corporal y de su experiencia como comunicadora, y yo en el campo de la escritura, la meditación y el trabajo con las emociones. El cóctel es muy completo y te aportará una visión nueva de cómo afrontar tus relaciones, desde un ángulo lúcido, abierto y eficaz.
Soy Alba Rosa, y desde pequeña he sido muy sensible a lo que sucedía a mi alrededor: me daba cuenta de cosas de los mayores que ellos mismos no veían y me resultaba difícil gestionar la frustración que esto me provocaba.
La cara y la cruz
Tomé el rol de «la buena», la que siempre decía que sí, la que hacía por crear buen clima y que los demás fueran felices. Cuando la frustración me podía, tenía ataques de rabia. Me sentía insegura y sola, hiperresponsable de lo que sucediera, culpable por todo y con mucho que expresar sin saber cómo.
El teatro como forma de entenderte
Desde muy pequeña leía, escribía, dibujaba y jugaba a escribir obras, dirigirlas o interpretar infinitos personajes. Lo artístico fue mi vía de escape. Estudié arte dramático como forma de entenderme a mí y al resto.
La vida, un viaje apasionante
También llevo indagando nueve años en el desarrollo personal. Expresarse, tanto a nivel vital como artístico, es tan satisfactorio como sanador. Es fuente de energía y paz. Es una llave maestra. La vida es un viaje apasionante, solo hay que descubrir las coordenadas.
«El martes pasado asistí a un taller de Comunicación Auténtica. De verdad que fue AUTÉNTICA. Estuvo genial, y tanto Isabel como Alba Rosa son dos profes de impacto. Yo, que generalmente soy bastante tímida y me cuesta mucho el abrirme a las personas en un primer encuentro, me sentí tan bien, tan integrada, que fue como una invitación a pasarlo bien con gente que hubiese conocido de toda la vida. De verdad que había personas geniales, y yo sentí que también podría ser genial como ellas. Creo firmemente que sin el buen hacer de las profes no hubiese sido todo tan fácil para mí. Salí de allí reforzada y dispuesta, sin ninguna duda de participar en el taller que impartirán en septiembre. Es como si mi comunicación con los demás se hubiese despertado. Para reforzarla, ¡contad conmigo en septiembre!».
«Yo tenía muchas expectativas en torno a la metodología del curso, pero puedo decir que se superaron. La comunicación siempre ha sido un reto, sobre todo conmigo misma y con las personas cercanas, pero el curso me brindó pinceladas de muchas técnicas y emociones que me pueden servir para enfrentarme a los retos diarios de una comunicación efectiva. Las instructoras son ambas excelentes, y entre las dos cuentan con las habilidades y energía necesarias para empujarte hacia el éxito. Recomendaría a todas las personas que participen en un curso de comunicación auténtica con Alba e Isa».
«Trabajar con Alba ha sido una experiencia vital para mí. Desde que la conocí me ha emocionado y motivado su manera de comunicar y transmitir, tan embaucadora y motivante que no dudo en embarcarme en cualquier aventura de aprendizaje con ella. Con Alba me he descubierto de nuevo, he incorporado sus técnicas de relajación, atención plena, modulación de voz y autenticidad en la comunicación… hasta el punto de que me siento capaz de todo, superándome cada día. Su trabajo, que bebe de múltiples disciplinas, pero absolutamente bien mezclado, resulta una revelación para mí y un absoluto descubrimiento».
Photo by Elijah O’Donnell on Unsplash
Por vídeoconferencia, a través de Zoom.
En absoluto. Es un curso de inicación y se partirá de cero con las pautas que se den. El grupo será variado, y todos nos enriqueceremos con dicha variedad.
Es normal, a todos nos pasa, y más en un curso así. Pero te puedo asegurar que esa vergüenza se disipará pasadas las dos primeras horas del curso, porque te darás cuenta de que todos (tú inclusive, nosotras inclusive) estaremos en el mismo nivel.
Si te dices eso a ti mismo/a, recuerda que no es más que un pensamiento al que no tienes por qué obedecer. Todos somos creativos, y tú también. Este curso está pensado precisamente para explorar tu propio caudal, ese que crees que no tienes pero que saldrá a la luz, no lo dudes. Si no crees en ti, deja al menos que nosotras sí creamos, en base a nuestra propia experiencia con mucha gente que tampoco creía en sí misma… hasta que tuvo la oportunidad de experimentarse de otra manera. No pierdes nada por probar.
Vas a pagar 15 euros por hora. ¿Cuánto te gastas cada vez que vas al cine? Piensa que muchas veces los gastos tienen que ver con las prioridades. Con este curso estás invirtiendo en TI y en una mejor relación con todo lo demás, lo que te generará mucha más rentabilidad que cualquiera de las compras superfluas que puedas realizar. Y si realmente estás muy apurado de dinero, te recomiendo que empieces a ahorrar para las siguientes convocatorias. También te recomiendo que te leas este artículo de mi blog.
El curso es muy corto e intensivo, de modo que es importante asistir a todas las sesiones. No obstante, si has de faltar a la primera sesión (el viernes, de 19 a 21.30h) no sería tan grave; podrías ponerte al día con los materiales y asistir directamente el sábado. Esa sería la única excepción. Pero mejor si te comprometes a asistir al curso completo.
Si te surge un imponderable y no puedes asistir al curso, si nos avisas con más de 20 días de antelación, te devolveremos el importe restando los gastos de gestión. Si nos avisas después, no se te devolverá el importe, pero podrás usarlo para la siguiente convocatoria o para otros cursos nuestros en el plazo de un año.
Si crees que puedes reunir a un grupo de gente (a partir de 8 personas) a las que les interese el curso, podemos hablar y organizarlo. Puedes escribirme a isabel@escribirymeditar.es . Estaré encantada de escucharte.
Siendo periodista, para mí era un buen reclamo el hecho de que el taller se titulara “de comunicación auténtica” y que se presentara con la pregunta ¿Escuchas o interpretas? También, claro está, que lo impartieran Isabel Cañelles y Alba Rosa, dos mujeres enormes que trabajan distintos planos comunicativos y que, estaba segura, iban a compartir lo mejor de sí mismas en este encuentro. Entré con el yo como un filtro perverso por el que se tamizan todas las cosas, propias y ajenas. Y desde esa perspectiva distorsionada de la realidad (interpretativa), fui descubriendo que en la comunicación consciente -con uno mismo y con los demás-, hay algo que se parece mucho a la EMPATÍA que mejora el entendimiento y permite, sencillamente, disfrutar del intercambio. Ahora que la palabra parece más rápida que el pensamiento; la emoción más auténtica que el sentimiento; y los juicios de valor, una obligación, me encanta que haya un taller como este que convierte al mensaje, su codificación y decodificación, en un punto encuentro entre las personas.
Trabajar con Alba ha sido, sin duda, el inicio de una gran transformación. De siempre he sido muy tímida y me cuesta mucho hablar en público, y esto hace que tenga poca confianza en mí. Juntas hemos trabajado la voz, el lenguaje corporal y las palabras de una manera muy dinámica, divertida y sobre todo constructiva y muy efectiva. En poco tiempo he visto resultados. Gracias al curso de comunicación ahora tengo muchas ganas de seguir avanzando en este camino (gran avance pensando que antes no me atrevía ni a ir a este tipo de cursos) y me siento con más confianza en mí. Me ha sido útil para todas las facetas de la vida: trabajo, amigos, pareja… y sobre todo para la comunicación conmigo misma: con mi cuerpo, mis pensamientos, mi voz, mi respiración y mi alma. ¡Muchas gracias!
«Hice el curso porque el título me resultaba curioso, aunque fui con cierto prejuicio, pues me dedico al ámbito de la comunicación y no pensé que aprendería nada nuevo. Cuando empecé el curso estaba totalmente desconectada de mí misma y del grupo. Sin embargo, las docentes consiguieron que en poco tiempo entráramos en una atmósfera óptima para poder trabajar todas las técnicas y ejercicios preparados. No sé cómo, pero mi nivel de conciencia y comunicación conmigo misma y con mis compañeros empezó a cambiar, me elevé y salí más feliz. Son tan buenas profesionales que supieron guiarnos y transmitir muy bien los conceptos sin que perdiéramos en ningún momento el disfrute, el sentido lúdico y la sensación de facilidad. Ahora intento aplicar lo aprendido en mi día a día y puedo decir que me ayuda a encontrar mi centro y a comunicarme de una manera más asertiva».
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