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De ostracismo, rocas, islas y perlas

Una burbuja de plástico sobre el océano, reflejo del ostracismos

Lunes, 19 de octubre de 2020

 

Pensé que no volvería a escribir en este diario de confinamiento. Hace siete meses desde aquel primer post lleno de desconcierto, Salir del aislamiento a través del amor, aunque parece que ha pasado un siglo.

No creí que nos volverían a confinar, pensaba que la economía se pondría por encima de todo, cayera quien cayese. Lo peor es que no sé si esto es una buena o una mala noticia. Lo peor es el desconcierto, que sigue ahí aunque yo no quiera.

Madrid es una isla en medio de un océano plastificado. Una ciudad burbuja que se ahoga en su propio aire enrarecido. Share on X

Tampoco pensé que me volvería a sentir «confinada». Pero sí, así me siento, aunque pueda salir de casa. Puedo salir, pero no lo hago. ¿Para qué? No me apetece. Madrid es una isla en medio de un océano plastificado. Una ciudad burbuja que se ahoga en su propio aire enrarecido.

Escucho I am a rock, de Simon and Garfunkel. ¿Quieres escucharla conmigo?

A winter’s day
In a deep and dark December
I am alone
Gazing from my window to the streets below
On a freshly fallen silent shroud of snow
I am a rock, I am an island.

(Un día de invierno
de un profundo y oscuro diciembre,
estoy solo,
contemplando desde mi ventana las calles,
en un sudario silencioso de nieve recién caída.
Soy una roca, soy una isla).

Los grupos burburja

Hablan de los «grupos burbuja». Mi grupo burbuja lo componemos mis dos hijos, mis tres gatos y yo. No más de seis, para acatar las normas y conservar el equilibrio entre felinos y humanos. No hay hueco para la pareja. He desterrado con fiereza a las parejas de mi vida.

Parece que ha pasado un siglo desde marzo porque no soy la misma. He perdido la inocencia, la virginidad. Me siento violada por la realidad. Estafada por los anuncios de la parada del autobús. Sorprendida por nuestra propia inconsciencia y cerrazón mental. Nos creíamos muy listos, y resulta que toda esa agudeza tecnológica y racionalista no nos ha servido para nada.

I’ve built walls
A fortress deep and mighty
That none may penetrate
I have no need of friendship
Friendship causes pain
It’s laughter and it’s loving I disdain
I am a rock, I am an island
 

(He construido muros,
una fortaleza profunda y poderosa
que nadie puede penetrar.
No necesito amigos.
La amistad causa sufrimiento.
Son la risa y el amor lo que desdeño).

Mis hijos adolescentes perdieron un trimestre y ahora están perdiendo el curso entre una torpe semipresencialidad y una tecnología insuficiente. Se acaba el dinero para los ERTEs. Cierran los negocios de la zona. Asusta la psicopatía de Trump. Y el negacionismo de la Comunidad de Madrid. La racanería del Fondo Monetario Internacional. Una decapitación en Francia.

Aunque lo que más me asusta es mi propio ostracismo.

Don’t talk of love
Well, I’ve heard the word before
It’s sleeping in my memory
I won’t disturb the slumber of feelings that have died
If I never loved, I never would have cried
I am a rock, I am an island

(No me hables de amor.
Bueno, he escuchado esa palabra antes,
duerme en mi memoria.
No perturbaré el sueño de sentimientos que han muerto.
Si nunca hubiera amado, nunca habría llorado.
Soy una roca, soy una isla).

Me asusta es mi propio ostracismo. Hay muchas más cosas que niego que de las que deseo darme cuenta. Quiero volver al fondo del mar, salir de esta burbuja que agoniza en la superficie. Share on X

Me escondo dentro de mi concha y cada vez quiero saber menos del exterior. Hay muchas más cosas que niego que de las que deseo darme cuenta. Quiero volver al fondo del océano, salir de esta burbuja que agoniza en la superficie.

No quiero que lo desagradable me toque. Me da por saco, cuando abro las valvas para respirar, que entre el agua estancada de un existencialismo que creía tener superado. Siento hastío. Náuseas. Sartre se sentiría orgulloso de mí.

Parece ser que algunos (¿solo algunos?) de nosotros fabricamos en algún momento de nuestras vidas un falso «yo» que se pone a actuar en nuestro lugar, que se nutre de mentiras mientras mete la mierda debajo de la alfombra. Entretanto, el auténtico yo va recubriéndose de capas y capas de carbonato cálcico, bajo una armadura satinada e inaccesible de la que cuelga un cartel: «No tocar».

I have my books
And my poetry to protect me
I am shielded in my armor
Hiding in my room, safe within my womb
I touch no one, and no one touches me
I am a rock, I am an island

(Tengo mis libros
y mi poesía para protegerme.
Me escudo en mi armadura,
escondido en mi habitación, a salvo en mi vientre.
No toco a nadie, ni nadie me toca a mí.
Soy una roca, soy una isla).

Alguien quitó la alfombra. Esas mentiras, hoy, están en carne viva.

Sé, porque alguien a quien amo me lo dijo al oído, que todo esto es una buena noticia. Que en mi vientre protegido de ostra no todo está perdido, que se ha venido conformando una perla de incalculable valor. Solo tengo que quitarle el cartel, abrir las valvas y ofrecérsela al mundo.

Sé que lo que se retuerce es mi orgullo herido. Ese falso yo fabricado de mandatos absurdos.

Pero cómo duele, joder.

And a rock feels no pain
and an island never cries.

(Y una roca no siente dolor,
y una isla nunca llora).

15 comentarios en «De ostracismo, rocas, islas y perlas»

  1. Muchas gracias, Isa… En la expresión de lo que sientes detecto el proceso que he seguido en el viaje de la vida… Un año y ocho meses llevo confinada… Primero la enfermedad y luego llegó el corona… Así que extremo el distanciamiento social pero no el sentimiento, a veces de miedo

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    • Jejeje.. El móvil me interrumpe al recapitular veo que este aislamiento me ha enriquecido… Echo de menos ami nieto, a mis hijas, a mi sangha, a mi Lama. Sin embargo hay más lucidez y distingo claramente mis apegos y mi fragilidad. Como dices, intento abrir mi vientre, a lo que se presenta… Un abrazo de corazón a corazón y siempre hay un puente para cruzar las aguas turbulentas.

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  2. Hola Isa, es tan precisa tu descripción, tan ajustada al momento que vivimos…cada vez más encerrados en nuestras casas, y cada vez con menos ganas de salir, para qué, como bien dices. La alegría y la sonrisa impostada para hacerles algo más llevadera la carga a los que amamos…un abrazo y gracias por tus post, porque a través de ti nos reconfortas.

    Responder
  3. Ese ostracismo voluntario que tiene que ver con uno mismo y que va encerrándose en la concha donde se está formando una perla, creo que es más sanador que el ostracismo que no tiene que ver con las ostras , sino con las tejas griegas , (O’‘strakon ), trozos de vasijas rotas donde se escribía con un punzón el nombre de la persona que había que desterrar, alejar de la sociedad . Ese ostracismo da mucho más miedo . Me ha encantado leerte, Isabel ! Contigo se reflexiona y se perfecciona . Muchas gracias !

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    • ¡Ostras! (nunca mejor dicho ;-p)

      Muchas gracias, Montse, no sabía que «ostracismo» venía de «ostrakon», qué interesante. Para mí estaba claro que tenía que ver con «ostra» :-D. Aunque, mirando más a fondo, sí que tienen que ver, mira: «La palabra ostra viene del latín ostrea, con el mismo significado. De ahí también las palabras ostrón y ostión. La palabra latina ostrea se asocia con la raíz indoeuropea *osth- (hueso) que estaría presente en ὀστόν (oston = hueso, ver: osteopatía) y ὀστρεόν (ostreon = ostra, tejuela, ver: ostracismo) en griego».

      Qué curioso, ¿verdad?

      Gracias por abrir la puerta a otros significados.

      Un abrazo,

      Isa

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  4. No es el amor quien muere
    Somos nosotros mismos.

    Inocencia primera
    Abolida en deseo,
    Olvido de sí mismo en otro olvido,
    Ramas entrelazadas,
    ¿Por qué vivir si desaparecéis un día?

    Sólo vive quien mira
    Siempre ante sí los ojos de su aurora,
    Sólo vive quen besa
    Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.

    Fantasma de la pena,
    A lo lejos, los otros,
    Los que ese amor perdieron,
    Como un recuerdo en sueños,
    Recorriendo las tumbas
    Otro vacío estrechan.

    Por allá van y gimen,
    Muertos en pie, vidas tras de la piedra,
    Golpeando impotencia,
    Arañando la sombra
    Con inútil ternura.

    No, no es el amor quien muere.

    Cernuda.

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  5. Muchas gracias isa. Se puede palpar cada tramo de lo que escribes . Me identifico tanto, sintiendo lo mimo. Siempre nos queda la esperanza de saber que bien cerrada la ostra, permanece nuestra bella perla, que no olvidemos hemos de seguir cultivando. Gracias por tanto!

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    • Gracias a ti, Pilar, por abrir la concha del corazón para escuchar y apreciar a quienes te rodeamos. La perla, siempre, permanece a buen recaudo, es la naturaleza primordial, solo espera a que nos atrevamos a fundirnos con ella…

      Un abrazo muy fuerte, de ostra a ostra ;-),

      Isa

      Responder

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