Introducción
Hay veces que un viaje se convierte en algo más que un viaje, o digamos que, además de desplazarte físicamente a un lugar y realizar actividades diferentes a las que marca tu rutina diaria (como ir a la playa, visitar una ciudad nueva o pasear por el campo), de pronto entras en otra dimensión mental y emocional, y entonces el viaje supone un salto cualitativo en tu vida.
Eso es lo que me ha pasado con mi viaje a Tamera. Tamera es una ecoaldea ubicada en el Alentejo (Portugal) que se declara como «Centro de Investigación y Educación para la Paz». Supe de ella hace unos meses, a través de un documental llamado The village of lovers («La aldea de los enamorados»), en el que se cuenta la historia de cómo se creó este lugar tan especial. Fue fundado en 1995 por Sabine Lichtenfels, Dieter Duhm y algunas otras personas que provenían de experimentos comunitarios en Alemania. La pregunta central del proyecto era: ¿cómo las personas pueden convivir a largo plazo con lazos de confianza?
El documental me impactó, porque tocaba tres aspectos que en estos momentos considero cruciales en mi aprendizaje vital (quizá en el de todos los seres humanos): el contacto con la Naturaleza, la creación de comunidad y el tema del amor y la sexualidad.
Pude percibir en la propuesta una visión profunda y holística que iba más allá de lo meramente ideológico, ecologista, religioso, político o psicológico. Share on XEl hecho de que el proyecto haya subsistido e ido evolucionando a lo largo de treinta años me dio confianza pero, sobre todo, lo que más me impresionó del documental fue que pude percibir en la propuesta una visión profunda y holística que iba más allá de lo meramente ideológico, ecologista, religioso, político o psicológico. Y esa visión encontraba un eco en mi corazón, pues es la que me gustaría que prevaleciera —y trato de que lo haga— en Escribir y Meditar. La diferencia, claro, es que mientras en Escribir y Meditar sudamos la gota gorda para tratar de crear un tipo de dinámica vincular sanadora en los grupos, a modo de pequeños oasis para los participantes en medio del desierto de un sistema tóxico, estresante y competitivo, en Tamera han podido crear (a lo largo de muchos años de investigación y experimentación sobre el terreno) un entorno saludable que propicia la solidaridad, la confianza y el amor, tanto en sus habitantes como en quienes se acercan allí.
Al terminar de ver el documental me di cuenta de que ellos estaban muy cerca de lo que yo no era capaz de vislumbrar ni en mis sueños más utópicos. Y, a la vez que me resultaba algo completamente extraordinario, era lo más lógico y natural del mundo: el respeto por el entorno, la sostenibilidad, la transparencia en la comunicación, el trabajo con el trauma y los patrones provenientes de un sistema patriarcal, el apoyo de la comunidad en las relaciones amorosas para no volcar todas las necesidades emocionales en la pareja, la superación de la dependencia, de la posesividad y de los celos, la crianza comunitaria de los niños, el cultivo de la compasión, una economía solidaria… ¿Cómo algo tan natural podía parecerme tan extraordinario? La respuesta a esta pregunta señala, creo yo, el grado de alienación con el que vivimos en esta sociedad.
El caso es que me interné en la página web de Tamera, y vi que tenían diversos cursos online, uno de los cuales comenzaba en breve y tenía el atractivo nombre de Introduction to Love School («Introducción a la Escuela del Amor»). Me temblaban un poco los dedos al teclear mi inscripción. ¿Dónde me estaba metiendo? ¿Sería aquello un antro de amor libre? ¿O una secta? ¿Me abducirían? ¿Me sentiría forzada a hacer o decir cosas que no quería? ¿Cómo me iba a comunicar con mi inglés patatero?
Me encontré, sin embargo, con una serie de personas muy cabales y confiables, que nos avisaron desde un principio de que su metodología tenía que ver con cultivar el estudio y la visión antes de entrar en asuntos «prácticos». Unas pocas semanas de seminario me sirvieron para corroborar algo que llevaba tiempo sospechando: que este sistema en el que vivimos no tiene ni pies ni cabeza, empezando por la forma en que solemos llevar nuestras relaciones íntimas (basadas en la fantasía, la proyección, la supresión y el ocultamiento) y en que vivimos desgajados unos de otros y del entorno.
Después del seminario de Introducción a la Escuela del Amor decidí apuntarme a otro de más enjundia (también online), Global Revolution and the Healing of Love («Revolución global y la sanación del amor»). Me sorprendió gratamente la facilidad que en Tamera te dan para acceder a los cursos, a través de una escala de precios que te permite elegir el que más se adecue a tu nivel de ingresos. E incluso si ninguno de los precios te lo puedes permitir, puedes acudir a algo llamado Fondo Solidario, para que te ayuden a financiarlo. No es algo que te suelas encontrar en las formaciones al uso.
Este segundo seminario, en el que había muchos materiales y vídeos, además de la interacción semanal a través de zoom con el grupo y con miembros relevantes de la comunidad de Tamera, me hizo conectar con mis temores más profundos, enraizados en una sociedad generadora de miedo, dependencias y luchas de poder.
Yo no soy monógama por naturaleza, sino que la monogamia —en mi caso— ha sido una estructura asumida como inevitable en un sistema en que cualquier otra posibilidad me generaba inseguridad y, sobre todo, miedo al abandono. Share on XTambién me di cuenta de algo sorprendente: yo no soy monógama por naturaleza, sino que la monogamia —en mi caso— ha sido una estructura asumida como inevitable en un sistema en que cualquier otra posibilidad me generaba —lógicamente— inseguridad y, sobre todo, miedo al abandono. Pero no hay nada en mi naturaleza que me lleve a la necesidad de tener un hombre para mí sola ni a ser exclusiva para otra persona en el terreno de la intimidad. Fue un gran descubrimiento para mí, porque me hizo ver los puntos exactos en que hacía aguas la forma en que me había venido relacionando con mis parejas durante toda mi vida. Y me reconcilió con la idea del «amor libre» como algo bastante diferente del libertinaje o la promiscuidad con los que lo tenía asociado; quizá sería más adecuado llamarlo «amor consciente» o incluso «amor responsable».
Entender que tus raíces —ahí donde has echado el ancla y considerado real toda tu vida— están enfermas y que necesitas un trasplante radical acojona, pero también aporta una sensación de libertad, posibilidad de aprendizaje y esperanza real. Esto me dio el empuje necesario para apuntarme a un seminario presencial, Introduction week to Tamera with focus on love and sexuality («semana de introducción a Tamera con foco en el Amor y la Sexualidad»), del 9 al 17 de julio de 2024.
(Continuación: ‘Mi estancia en Tamera II’)
16 comentarios en «Mi estancia en Tamera I»
Isabel, qué valiente. Estoy deseando saber más de tu viaje. Me parece muy interesante lo que compartes. He accedido a la página web de Tamera y no me entero muy bien de los mensajes. Yo soy de inglés pero aún así no me queda muy claro, o aún no he podido escuchar lo que comparten en la página web.
Un abrazo.
Muchas gracias, Blanca :-). Yo aún estoy estudiándome la web, es que tienen un montón de cosas, y todas se salen mucho de nuestras coordenadas, así que hay que ir poco a poco.
Un abrazo fuerte,
Isa
Jolin…cuéntanos mas!!
Un abrazo, Isa
Ines
Hola Isabel.
Me parece muy interesante y creo que vivir así, como en esa ecoaldea debe de ser muy sanador, muy liberador. Es verdad que vivimos bajo muchos condicionamientos. Me pregunto si la mente también creará otros condicionamientos en esa forma de vivir. Tengo la esperanza de que no, así que, ánimo Isabel, cuéntanos cuando quieras tus experiencias.
Un abrazo muy fuerte.
Vicen.
Gracias, Vicen :-).
La mente siempre crea condicionamientos, pero el asunto es propiciar un entorno que favorezca que atravesemos esos condicionamientos, y no como en el que estamos, que justo propicia, enfatiza y hasta defiende todo tipo de condicionamientos dañinos.
Un abrazo enorme,
Isa
Hola Isabel. Me ha gustado mucho esa pequeña parte de tu experiencia en Tamera. Me atrae mucho vivir así en una ecoaldea, pero claro que primero informarme y hacer este tipo de cursos como el que has hecho tu.
Ahora que si son en Ingles, lo tengo difícil.. No sé Inglés, ni tiempo para aprender ..
Te seguiré leyendo.
Gracias por tu generosidad.
Hola, Francisca,
Sí, te entiendo, el tema del idioma es un handicap para muchos españoles… Jo, ojalá nos hubieran enseñado bien idiomas de pequeños… En fin. A mí también se me hace difícil, pero hago lo que puedo, porque hay muchas cosas interesantes que uno se pierde al no saber inglés.
Un fuerte abrazo,
Isa
Isabel, qué interesante. Ahora que tengo más tiempo estoy deseando tener otro curso contigo.
Un grandísimo abrazo.
Hola, Cristina,
Qué bien saber de ti :-). Estaré encantada de tenerte en algún curso. ¿Qué te parece el de «Escribir desde el Corazón»?
Un fuerte abrazo,
Isa
Hermosa e interesante tu experiencia en la ecoaldea de Tamera, hace un tiempo he querido conocer ese pais pero en las dos oportunidades que tuve, algo me lo impidió. Me alegra mucho conocerte a través de tus narraciones, porque percibo que eres una persona altamente sensible y de gran escucha. Estoy ansiosa por iniciar el taller «Reescribe tu propia Historia», porque aprende
ré mucho de tus enseñanzas. Gracias.
Saludo
Flor Alba
Hola, Flor,
Muchas gracias por tus palabras :-). Sí, soy PAS, entre otras muchas cosas ;-). También por eso la escritura es una herramienta imprescindible para mí, pues muchas situaciones me desbordan en el momento en que las vivo, pero luego al escribir, a posteriori, puedo ir procesándolas.
Seguro que será de gran riqueza lo que compartiremos en el taller «Reescribe tu propia Historia».
Un fuerte abrazo,
Isa
¡Estoy deseando leer el próximo capítulo!
Acabo de leerte y me ha parecido muy interesante. Espero con ilusión leer la continuación y también te quiero decir que eres muy valiente y decidida. Ojala me pareciera algo a ti. Sabes que te admiro. y sobre todo te quiero.
Hola, Matilde,
Tú también eres muy valiente y decidida. Has hecho un camino de vida riquísimo, que muy pocas mujeres de tu generación han sido capaces de hacer. Yo te admiro mucho a ti, y también te quiero :-).
Un abrazo fuerte,
Isa
Interesantísimo. Deseando leer lo que nos cuentes. Muchas gracias
Muy curioso el tema de la monogamia y el concepto de amor que allí tienen.