Escribir es, en buena medida, ir tanteando caudales diversos y acabar optando por una desembocadura concreta. Clic para tuitear
Cuando comienzas a escribir, tu ego pretende cosas tan absurdas como que todas las piezas de un relato encajen a la primera, sin percatarse de que escribir es, en buena medida, ir tanteando caudales diversos y acabar optando por una desembocadura concreta.
Lo que pasa es que tu ego es en esencia presumido, perfeccionista y mezquino, y se queda hecho unos zorros a la mínima que le dicen que las cosas no son como él quiere (por lo general son mucho mejores y más grandiosas, pero él, en su estrechez de miras, no se da cuenta).
Menos mal que tu ego no eres tú, y lo que a él le deja hecho unos zorros, a ti puede servirte para aprender.
Donde se derrumba el ego es donde comienza la auténtica escritura. Es ella la que te deja en cueros Clic para tuitear
Justo donde se derrumba el ego o la autoimagen del escritor es donde comienza la auténtica escritura: la desnudez. La escritura, si eres honesto y vas ahondando cada vez más (es decir, si mantienes en marcha el motor de la creatividad), te desnuda.
En tu vida diaria puedes creerte una persona flexible, sincera, desinhibida, valerosa, auténtica, desinteresada…, en fin, vestirte con todas las cualidades que se te ocurra. Todo eso es papel mojado a la hora de escribir. Precisamente, escribir es extender los tentáculos hacia tus limitaciones, y entonces tocarás tu torpeza, tu introversión, tus miedos, la vergüenza, la tensión, tu autoengaño… todo eso que linda con tus cualidades.
Al profundizar en una narración, siempre habrá un punto en el que no quieras ahondar más porque sientes, consciente o inconscientemente, que tu sistema de creencias y tu identidad están en juego. Ir más allá, entonces, te provoca el mismo vértigo que tirarte de un décimo piso. Escribimos, de hecho, para llegar ahí, pero nos hacemos los tontos y, cuando llega el momento de la verdad, lo único que queremos es salir huyendo.
No obstante, ir cada vez más allá en ese punto en que nos sentimos en peligro es a lo que estamos aprendiendo (es un aprendizaje que no se termina nunca); cuando lo sobrepasas cada una de las veces te das cuenta de que no se acababa el mundo, de que tus miedos eran irreales, de que estaban hinchados como un globo antes de pincharlo con un alfiler.
No es fácil adquirir confianza suficiente para ir más allá de tus propios límites y de tu ego con el simple alfiler de tu escritura desenvainado frente a los terribles monstruos que crees que te acechan.
No es fácil, pero es el más emocionante de los viajes que puedes emprender.
10 comentarios en «Pinchar el ego con el alfiler de la escritura»
Yo gracias a ti y a mis compañeras de Echar Raíces veo con más calma y claridad, exponiendome a través de la escritura trampas vitales desconocidas a las que estoy apegada y me limitan pero gracias a estar en un grupo de escritura y meditación, en confianza, sosteniendonos unas a otras, como el de Echar Raíces todo es mucho más fácil y ligero. Sobre todo cuando nos miramos con humor. La cosa cambia y todo resulta más liviano. El viaje comienza a ser emocionante.
Gracias Isa
¡Cierto! 😉
Gracias Mer. Tu mirada en es un bálsamo para mí corazón y tu escritura un mimo para mis oídos.
Gracias Isa, siempre aprendo de ti.
Que gran verdad Isa, mi ego es presumido, perfeccionista y mezquino, y le molesta que las cosas no le salgan perfectas y perder el control. Que le vamos a hacer, tendrá que aguantarse. Gracias por ayudarme a donarlo.
Gracias! Voy a ir buscando ese alfiler!
Hola Isa. Parece que lo has escrito justo para mi. Me veo reflejada en cada uno de sus párrafos.
Me imagino que tengo ego como todas las personas pero yo solo veo algo que me limita y me hace no sentirme yo.
Que complicada soy!!!!!Un beso enorme.
Muy interesante. Con ganas de explorar terrenos inexplorados.
Gracias Isa.
Gracias!!! Es cierto y no era consciente de que era así, sumo la sensación de que mi ego es cobarde, tira la piedra y esconde la mano.
Toca seguir….
Un abrazo
Hola Isa,
precioso tu post.
estoy completamente de acuerdo contigo hay que escribir sobre los miedos para enfrentarse a ellos y superarlos aunque duela.
Es un camino complicado….
Gracias Isa.
Abrazo y besos.