Enlaces a la grabación en Instagram de todas las intervenciones de la presentación:
1ª parte:
https://www.instagram.com/tv/Ct3PoWPIKYb/?igshid=MjAxZDBhZDhlNA==
2ª parte:
https://www.instagram.com/tv/Ct3QFC4ocjL/?igshid=MjAxZDBhZDhlNA==
Discurso de presentación de Isa Cañelles:
Buenas tardes a tod@s, encantada de estar aquí, un año más. Hay cosas que es bueno que se repitan, como este encuentro de fin de curso y de presentación del libro de relatos… Está bien que se repita porque, aunque se repita, siempre es diferente. No tiene que ver con actos automáticos, no es ese tipo de repetición. No estamos aquí para quedar bien, para hacernos los guays ni para agradar a nadie.
Estamos aquí para celebrar precisamente algo que nunca se repetirá. Este año de aprendizajes, este año de escritura, de meditación, de autodescubrimiento, de querernos justo de esta precisa manera… todo eso nunca se repetirá. Cualquiera de nosotros es irrepetible, pero es que también es irrepetible cada uno de los instantes que vive cada uno de nosotros. Así que mucho más irrepetible es, si cabe, el entrecruzamiento de cada uno de nosotros y nuestros momentos vitales con los de todos los demás.
Me gusta mi trabajo... «Me gusta» se queda muy corto, la verdad. Y «trabajo» también. No es mi trabajo, es mi vida. Clic para tuitear
Hay personas aquí que llevan muchos años en Escribir y Meditar, incluso desde antes de que se llamara Escribir y Meditar. Y, sin embargo, lo que hoy puedan contar sobre lo ocurrido a lo largo de este curso no tiene nada que ver con lo que hubieran contado dos, tres, cinco o diez años atrás. Por eso, por esto, me gusta mi trabajo… «Me gusta» se queda muy corto, la verdad. Y «trabajo» también. No es mi trabajo, es mi vida. Y no es que me guste, sino que me rebosa por los cuatro costados. A veces, he de decirlo, se me hace casi insoportable, como me pasa cada año cuando se acerca esta fecha. La vida, tanta vida, me supera, no la comprendo, me sorprende una y otra vez, y las sorpresas me siguen poniendo nerviosa. ¿Esto está pasando de verdad? ¿Realmente converge en este instante, en este lugar, en vuestros rostros, en este libro, toda la belleza desplegada a lo largo de este curso? Todo parece indicar que sí. Y eso es, de algún modo, inexplicable, a mí me deja noqueada, y mi corazón parece a punto de estallar. Se dice que si alguien que no está preparado para ello experimentase de pronto la auténtica compasión, su corazón no lo resistiría y le daría un infarto. Tranquilos, no me va a dar un infarto, pero lo que me ocurre se parece un poco.
A lo largo de este curso han ocurrido un montón de cosas en Escribir y Meditar. Cada una de vosotras, cada uno de vosotros, ha vivido lo suyo desde su perspectiva, desde el grupo con el que estuviese, desde el acompañamiento que eligió, desde su nivel de implicación… Y yo lo he vivido desde mi propia perspectiva, que a ratos era como la de un águila que planea sobre el valle donde los agricultores labran la tierra, y otras como la de una hormiguita que pasea por una hoja de lechuga. Ahora saldréis vosotros a contar las cosas desde vuestra perspectiva, que es la que más importa. Yo solo puedo hablar de la mía. Y desde ahí, puedo decir que en este curso han pasado un montón de cosas:
Por ejemplo, Mercedes Adán se cogió una excedencia en su trabajo funcionarial y se va convirtiendo en una profe experimentada y empática, y también en un gran apoyo para mí y para la propuesta de Escribir y Meditar.
Este año también hemos empezado a hacer encuentros presenciales, a través de la propuesta Escribir para estar Presentes, cuyo segundo encuentro será este domingo 25 de junio. En esta propuesta hemos querido incluir el trabajo con el cuerpo, tan importante para el cultivo de nuestra espiritualidad. En ese sentido, se ha abierto una veta en la que Mercedes, que es la experta en este tema del cuerpo y en combinarlo con la escritura, seguirá explorando el curso que viene.
Este año han surgido recursos nuevos e intercambios que van conformando una base cada vez más firme que sostiene el TODO de esta comunidad. Clic para tuitear
También este año han surgido recursos nuevos que apoyan nuestra labor, como ha sido el libro El Proceso de la Presencia, los audios y cursos de la psicóloga transpersonal Virginia Gawel, el trabajo con los sueños mezclado con la escritura y el acercamiento a las experiencias cercanas a la muerte. Algunos de estos recursos y temas han surgido en el contexto del grupo de whatsapp de Escribir y Meditar, que ya cuenta con más de cien personas respetuosas, conscientes e implicadas en la práctica de la meditación. En este grupo hay un par de personas (Isa Juvi y Susana Simó) con enfermedades graves, hemos asistido a la muerte del marido de Patri, de los padres de Alicia, Pilar, Maribel, Inés… y hemos podido tratar de un modo natural el tema de la muerte y del buen morir, temas que suelen ser tabúes en casi todos los ámbitos. Todos estos recursos e intercambio, junto con lo que ya teníamos de rodaje en meditación, escritura y exploración emocional, va conformando una base cada vez más firme (y a la vez cada vez más espaciosa) que sostiene todo lo demás.
También este año me decidí a abrir un nuevo acompañamiento, Escribir para Sanar, que vendría a ser el nivel II del itinerario de exploración emocional, después de Romper el Hielo, y que nos ha proporcionado una experiencia grupal inigualable, muy difícil de describir (pero espero que os lo puedan describir mejor que yo algunas de las participantes). Este curso empezó llamándose Escribir para Sanar Beta, por estar en fase experimental, pero en cuatro meses pasó de la fase Beta a la fase Alfa. Este curso ha sido un verdadero laboratorio emocional y espiritual, en el que hemos podido comprobar cómo la energía bien encauzada de un grupo de personas dispuestas a explorarse a sí mismas sin autoengaño, con creatividad y con una metodología sólida, abre paso a un campo de información enorme y a una esfera de comprensión que trasciende con mucho la capacidad de cada individuo del grupo.
Precisamente de una de las participantes de este grupo (Sole Román) proviene el título del libro, Sincronicidad, y eso no puede ser casual, por supuesto.
Según Carl Jung la «sincronicidad» es «la coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Clic para tuitear
Según Carl Jung la «sincronicidad» es «la coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Supongo que una sincronicidad es la palabra técnica y laica para lo que de toda la vida se ha llamado «milagro». A raíz de que salió este título elegido, estuvimos hablando sobre la palabreja en el grupo de Escribir para Sanar, y a raíz de esa charla me di cuenta de algo para mí sorprendente: que los relatos, que la literatura, no funciona de forma «causal», como yo había creído siempre, sino que todo va encauzado a que, en el clímax, se produzca una sincronicidad, es decir, un evento cargado de sentido que ni es casual ni es causal, en el que diferentes caminos se cruzan de una forma mágica, milagrosa y, a la vez, perfectamente congruente. «Claro», me dije cuando me di cuenta de esto, «por eso la buena literatura es trascendente». No es una acumulación de causas y efectos (aquello a lo que llamamos karma), sino que nos abre a una dimensión mayor, que no niega ese camino causal que siguen los personajes, pero sí lo trasciende. Esta comprensión sé que tendrá repercusiones en mi metodología y, por tanto, en la calidad de los acompañamientos de Escribir y Meditar.
Qué hilos entretejen la realidad con la ficción, y hasta qué punto este libro aglutina significados dentro de él. Me he leído todos los relatos y me he quedado sorprendida Clic para tuitear
Así que fijaos con qué hilos se tejen la realidad y la ficción, y hasta qué punto este libro aglutina significados dentro de él. Y, por supuesto, en cada uno de los relatos que lo componen se abre el sentido, se produce un milagro, ocurre la sincronicidad. Y no lo digo por decir. Me los he leído todos, pues me ha tocado revisarlos ortográfica y estilísticamente. De la mayoría había leído una versión anterior. Y he de deciros que me he quedado sorprendida. A ver, normalmente hay calidad en los libros de todos los años, porque si hay algo que se puede decir de los acompañamientos de Escribir y Meditar es que os hacemos currar de lo lindo. Pero este año, no sé, me he quedado realmente sorprendida de cómo han cambiado los relatos de la versión que yo había leído y comentado, al relato final que me mandasteis para el libro. De pronto me dije: «Caramba, si hacen caso de nuestros comentarios». En fin, que no es el típico libro de relatos malos de principiantes de un taller literario. No: en todos los relatos hay significación, en todos los relatos hay profundidad, en todos los relatos hay riesgo y en todos los relatos hay disfrute, entretenimiento. Es decir, es buena narrativa que destila amor, amor por las personas y amor por las palabras.
Quería agradeceros a todas las autoras y autores vuestra implicación en el proceso, desde lo intangible del mundo de las ideas hasta que hemos logrado configurar un objeto físico que encauza toda esa intangibilidad para hacerla provechosa para los demás. También agradecer a Javier Fatuarte, el creador de la cubierta, que es un antiguo alumno que todos los años pone su granito (o granazo) de arena en el proceso. A las personas de la imprenta Langayo, especialmente a Santiago Azores, el encargado, y a María José, la maquetadora, que hacen un trabajo exquisito.
Al equipo de Escribir y Meditar, a Nedda Soriano, que por desgracia no ha podido venir hoy, pero que se encarga puntualmente de que estemos en las redes, de que la gente se entere de que existimos, y de mucho de ese trabajo que no se ve, pero sin el cual nada de lo demás que hacemos sería posible. Y a Mercedes Adán, mi querida amiga, acompañante, acompañada y profesora, que es de las pocas personas (junto con Nedda) que tiene la capacidad de trabajo, empatía, conocimiento, fortaleza y flexibilidad suficientes como para poder trabajar conmigo, algo nada fácil.
Quiero agradecer también las personas que regentan el María Pandora, Eva y los que estáis aquí, por vuestra enorme generosidad al dejarnos este maravilloso espacio cada año desde hace tantos… A través de Luis Miguel Madrid, antes de que falleciese en la pandemia, y luego a través de Eva, que tomó su generoso relevo. Muchas gracias, de verdad.
También agradecer a todas y todos los autores que no han podido venir, pero a los que tenemos en nuestro corazón; afortunadamente, aquí tenéis representación suficiente a través de vuestros compañeros. Gracias también a todas las personas que nos estáis siguiendo ahora mismo a través de Instagram, muchísimas gracias por vuestro interés y participación. Gracias a mis dos maravillosos hijos, Elmo (que está con la grabación) y Ari, que está repartiendo los libros… Muchísimas gracias, preciosos míos. Y muchísimas gracias, por último, a todas y todos los que estáis aquí, seáis parte o no del libro, vengáis a figurar o a acompañar, muchísimas gracias por vuestra atención y calidez.
2 comentarios en «Presentación del libro «Sincronicidad»»
¡Jolines, Isa, qué capacidad tienes para erizar la piel!
Palabras hermosas que condensan, pero no simplifican, tantas experiencias compartidas este año.
Palabras en las que nos vemos reflejadas todas y cada una de las almas que nos hemos entrecruzado juntas en este hermoso sendero llamado Escribir y Meditar.
Gracias, por tus acompañamientos, tu Presencia, y la de todos los compañeros y compañeros de esta casa.
Un abrazo de Enhorabuena por Nuestro Libro SINCRONICIDAD.
Besos,
Melissa
Muchas gracias a todos por formar parte de Escribir y Meditar y por supuesto a las organizadoras Isabel y Mercedes.
Abrazos.
Gracias por la fiesta de fin de curso, una maravilla.
Besos.