Salir adelante solo con una porción de tu persona es agotador, como si tratases de correr una maratón con las extremidades amputadas.
Cuando te despiertas por las mañanas, ¿afrontas el nuevo día con estrés? ¿Sientes en el fondo de tu ser frío o aislamiento? ¿Cambias de ánimo de un momento para otro? ¿Sientes de vez en cuando sensaciones físicas y emocionales desagradables? ¿Sufres bloqueos o desconexiones? ¿Tienes ansiedad? ¿Te sobrepasan pequeñas tareas de la vida cotidiana? ¿Quieres mantener el control de todo? ¿Te criticas mucho? ¿Sientes a veces que no mereces el amor de los demás? ¿Te dicen que eres demasiado sensible? ¿O que eres de hielo? ¿Crees que el mundo es un lugar peligroso? ¿Te infravaloras? ¿Te cuesta quitarte las corazas delante de la gente? ¿Crees que hay algo erróneo en ti?
Yo he pasado por lo mismo, y me costó un montón reconocerlo, porque era más fácil negarlo y vivir desconectada. Así que me gustaría ahorrarte tiempo, sufrimiento y esa horrible sensación de estar en una isla de hielo.
Una vez que has visto que huir no sirve de nada, necesitas saber qué es lo que te pasa para salir de ahí. La base está en una serie de formas de supervivencia que adoptaste en la infancia o en algún momento de tu vida para salir adelante en circunstancias hostiles y que ahora —de adulto— te hacen la vida imposible en forma de automatismos.
No eres un bicho raro ni hay nada erróneo en ti. Tampoco hiciste nada de lo que tengas que sentirte culpable. Solo pasaste por situaciones duras en un momento en que eras vulnerable y no tenías herramientas para enfrentarte a ellas. Y sobreviviste, menos mal. Ahora te toca reconciliarte contigo después de tantos años enjuiciándote tan duramente.
Luchar contra todas esas cosas que te desagradan es lo que llevas haciendo toda la vida, sin muchos resultados. Ahora es el momento de emular a Gandhi y su lucha pacífica. Puedes respirar, relajarte, confiar en tu bondad intrínseca, volverte transparente y que todo ese cúmulo de pensamientos y creencias te atraviesen de lado a lado. No son nada sólido, y hay espacio de sobra para ellos dentro de ti.
Hasta puedes permitirte usar todos esos esquemas a tu favor gracias a tu natural creatividad. Puedes convertir el miedo y la vergüenza en belleza, a través de un juego que no te arrastre, sino que cumpla tus propias normas. Puedes convocar a todos tus personajes internos a un baile de disfraces en el que la forma de conjurarlos sea el deleite artístico.
Te ayuda a hacerte más consciente de lo que te ocurre y a perdonarte por ello. Aprender a permanecer con la experiencia presente hace que no caigas en los automatismos de siempre.
Las emociones nos asustan porque huimos de ellas. Acogerlas para que aflore su sabiduría forma parte del proceso. Hay muchas técnicas que te pueden ayudar.
En la vida real todo lo solidificamos. A través de la escritura creativa, nos podemos permitir jugar y sentirnos libres para revertir los procesos autodestructivos.
Durante 4 meses iré guiándote en un proceso sanador para que afrontes —a través de la meditación y la creatividad— los conflictos que te impiden vivir con normalidad.
Si te inscribes antes del 30 de septiembre tendrás los siguientes bonus:
1 Llaman a la puerta del iglú: abre la puerta
2 Amanece en el Polo Norte: asómate a tu mente
3 ¿Tienes frío? Escucha a tu cuerpo
4 La hoguera donde calentarse: la ternura de tu corazón
5 Un baile de disfraces: las trampas vitales
6 La resaca de los recuerdos: alianzas con el pasado
7 Temporada de deshielo: la compasión hacia ti mismo
8 El círculo del agua: todo fluye
Soy Isa Cañelles, tu acompañante en este viaje al Polo Norte. Desde que recuerdo, me hallaba en una isla de hielo. De pequeña tenía la sensación de que no tenía derecho a vivir, y procuraba pasar inadvertida. Apenas hablaba. Creo que si no sucumbí a la locura fue gracias a la literatura. Ese mundo de fantasía me salvó y siempre le he sido fiel, a través de la lectura, la escritura y la enseñanza.
A lo largo de mi vida he pasado por muchas terapias, siempre preguntándome POR QUÉ.
Cuando encontré la meditación, descubrí que —aunque hubo circunstancias que me vinieron dadas— la infelicidad la experimentaba en mi mente, y mis condicionamientos internos influían en mi percepción de la realidad. Esto me abrió a una dimensión nueva y sanadora.
Por su parte, la escritura me permitió indagar en mis procesos sin pasarlos por el intelecto, en un ámbito vivencial que me hacía evolucionar a través de mis personajes.
Más adelante, realicé una formación en psicología contemplativa que me descubrió un montón de herramientas para relacionarme conmigo misma y los demás desde la apertura y la compasión. Además, en el entorno nutricio de esa formación grupal pude desarrollar mi sueño: unir en mi trabajo mis tres tablas de salvamento, que hasta entonces permanecían desperdigadas (la escritura, la meditación y el trabajo emocional).
Aun así, no ha sido hasta hace pocos años cuando me he reconocido a mí misma el miedo y la vergüenza que yacían en el fondo de mi ser y cuando he podido abrir la puerta de la celda a la niña asustada y maltratada a la que había ignorado desde siempre.
Por eso SÉ DE LO QUE HABLO cuando te digo que se puede fundir ese hielo interior que en realidad no es más que compasión congelada. Sé que con este curso puedo ahorrarte años de indiferencia y evitación ante unos mecanismos que te hieren y congelan cada día un poquito más.
Así que no pierdas más tiempo y CONFÍA en tu llamada interior.
Soy Isa Cañelles, tu acompañante en este viaje al Polo Norte. Desde que recuerdo, me hallaba en una isla de hielo. De pequeña tenía la sensación de que no tenía derecho a vivir, y procuraba pasar inadvertida. Apenas hablaba. Creo que si no sucumbí a la locura fue gracias a la literatura. Ese mundo de fantasía me salvó y siempre le he sido fiel, a través de la lectura, la escritura y la enseñanza.
A lo largo de mi vida he pasado por muchas terapias, siempre preguntándome POR QUÉ.
Cuando encontré la meditación, descubrí que —aunque hubo circunstancias que me vinieron dadas— la infelicidad la experimentaba en mi mente, y mis condicionamientos internos influían en mi percepción de la realidad. Esto me abrió a una dimensión nueva y sanadora.
Por su parte, la escritura me permitió indagar en mis procesos sin pasarlos por el intelecto, en un ámbito vivencial que me hacía evolucionar a través de mis personajes.
Más adelante, realicé una formación en psicología contemplativa que me descubrió un montón de herramientas para relacionarme conmigo misma y los demás desde la apertura y la compasión. Además, en el entorno nutricio de esa formación grupal pude desarrollar mi sueño: unir en mi trabajo mis tres tablas de salvamento, que hasta entonces permanecían desperdigadas (la escritura, la meditación y el trabajo emocional).
Aun así, no ha sido hasta hace pocos años cuando me he reconocido a mí misma el miedo y la vergüenza que yacían en el fondo de mi ser y cuando he podido abrir la puerta de la celda a la niña asustada y maltratada a la que había ignorado desde siempre.
Por eso SÉ DE LO QUE HABLO cuando te digo que se puede fundir ese hielo interior que en realidad no es más que compasión congelada. Sé que con este curso puedo ahorrarte años de indiferencia y evitación ante unos mecanismos que te hieren y congelan cada día un poquito más.
Así que no pierdas más tiempo y CONFÍA en tu llamada interior.
«Yo creía que me encontraba bien. Que más o menos todo lo tenía superado, pero con este curso me he dado cuenta, al hacerlo, que tenía cosas escondidas en rincones ocultos, muchas que han salido a la luz y que me han hecho ser más consciente de toda mi vida y de las vivencias duras que a veces queremos ocultar a los demás, y lo que es peor, ocultárnoslas a nosotros mismos».
«Tengo 46 años y llevo toda la vida paralizada por el miedo: miedo a hablar, miedo a opinar, miedo a mostrarme como soy, miedo a que vean cómo soy, miedo a intimar. El miedo ha sido mi consejera, mi compañera de viaje. Llevo muchos años analizándome para entender cuáles son las raíces de ese miedo y superarlas y empezar a ser protagonista de mi propia vida, pero el miedo seguía enquistado. Gracias a este curso, y al hecho de que combina el conocimiento de las emociones con la meditación y la escritura, he podido sacar una buena foto de las causas de ese miedo y de cómo me ha estado haciendo daño. Me queda más por ver, pero ya he empezado a desencapsular el miedo enquistado».
«El curso de Romper el Hielo es entrar dentro de una y visitar lugares que, por pereza, miedo, desgana… has cerrado, pero no olvidado. No es un viaje fácil, pero abres ventanas, entra aire y vuelves a usar lo que estaba desaprovechado. Durante el proceso te manchas, pero sales más libre y ligera. Es muy sanador. Recomiendo acabar el viaje, hay muchas tentaciones de bajar en marcha».
«Yo creía que me encontraba bien. Que más o menos todo lo tenía superado, pero con este curso me he dado cuenta, al hacerlo, que tenía cosas escondidas en rincones ocultos, muchas que han salido a la luz y que me han hecho ser más consciente de toda mi vida y de las vivencias duras que a veces queremos ocultar a los demás, y lo que es peor, ocultárnoslas a nosotros mismos».
«Tengo 46 años y llevo toda la vida paralizada por el miedo: miedo a hablar, miedo a opinar, miedo a mostrarme como soy, miedo a que vean cómo soy, miedo a intimar. El miedo ha sido mi consejera, mi compañera de viaje. Llevo muchos años analizándome para entender cuáles son las raíces de ese miedo y superarlas y empezar a ser protagonista de mi propia vida, pero el miedo seguía enquistado. Gracias a este curso, y al hecho de que combina el conocimiento de las emociones con la meditación y la escritura, he podido sacar una buena foto de las causas de ese miedo y de cómo me ha estado haciendo daño. Me queda más por ver, pero ya he empezado a desencapsular el miedo enquistado».
«El curso de Romper el Hielo es entrar dentro de una y visitar lugares que, por pereza, miedo, desgana… has cerrado, pero no olvidado. No es un viaje fácil, pero abres ventanas, entra aire y vuelves a usar lo que estaba desaprovechado. Durante el proceso te manchas, pero sales más libre y ligera. Es muy sanador. Recomiendo acabar el viaje, hay muchas tentaciones de bajar en marcha».
Programa de cuatro meses, de noviembre de 2023 a febrero de 2024, con vídeos, meditaciones guiadas, materiales y propuestas quincenales, con 8 sesiones por zoom en directo, en un grupo reducido de no más de 10 personas. Para participar se requiere entrevista previa.
al mes, en 5 meses
«Antes sentía mucha ansiedad, quizás exacerbada por la pandemia, pero creo que era parte de mi inseguridad como mujer, como persona. El curso me ha servido para explorar esos nudos interiores que dolían en el alma. Los temas fueron muy apropiados, y entender «las trampas vitales» fue muy fuerte, pero al mismo tiempo muy renovador. Realmente me siento distinta, mejor y más segura interiormente».
«Cuando comencé el curso me sentía perdida. No sabía manejar mis emociones. Desde niña he estado dominada por los miedos: miedo a hablar, miedo a defraudar, miedo a que no me quieran, miedo a expresar mis sentimientos para evitar conflictos, enfrentamientos, rechazo, etc. Me sentía muy vulnerable. El confinamiento y la muerte de mi padre en marzo por Covid fueron detonadores para cuestionar mi existencia y buscar respuestas a preguntas como quién era la mujer que veía reflejada en el espejo del baño, qué objetivo/s tenía, por qué no era feliz, qué me ocurría… Mes a mes, guiada por Isa y arropada por mis compañeras, quienes me han ayudado mucho, he conseguido desterrar patrones negativos, incorporar otros que me ayudan en el día a día, desterrar algunos miedos y tener las herramientas adecuadas para ir progresando hacia un desarrollo personal más equilibrado, con compasión hacia mí misma y hacia los demás».
«Para mí participar en Romper el Hielo ha sido un viaje en que, a través de la escritura, hemos tenido la oportunidad de explorar algunas heridas emocionales, transformando la situación de dolor en una oportunidad de cambio. El curso me ha dado confianza, libertad, herramientas para hacer frente al malestar a través de la meditación y la compasión y, sobre todo he podido compartir este proceso con unas compañeras maravillosas. Hemos reído, hemos llorado y nos hemos acompañado con mucho cariño. El grupo y la confianza que se ha creado ha hecho posible que el cambio se dé. Estoy muy agradecida por haber participado».
«Antes sentía mucha ansiedad, quizás exacerbada por la pandemia, pero creo que era parte de mi inseguridad como mujer, como persona. El curso me ha servido para explorar esos nudos interiores que dolían en el alma. Los temas fueron muy apropiados, y entender «las trampas vitales» fue muy fuerte, pero al mismo tiempo muy renovador. Realmente me siento distinta, mejor y más segura interiormente».
«Cuando comencé el curso me sentía perdida. No sabía manejar mis emociones. Desde niña he estado dominada por los miedos: miedo a hablar, miedo a defraudar, miedo a que no me quieran, miedo a expresar mis sentimientos para evitar conflictos, enfrentamientos, rechazo, etc. Me sentía muy vulnerable. El confinamiento y la muerte de mi padre en marzo por Covid fueron detonadores para cuestionar mi existencia y buscar respuestas a preguntas como quién era la mujer que veía reflejada en el espejo del baño, qué objetivo/s tenía, por qué no era feliz, qué me ocurría… Mes a mes, guiada por Isa y arropada por mis compañeras, quienes me han ayudado mucho, he conseguido desterrar patrones negativos, incorporar otros que me ayudan en el día a día, desterrar algunos miedos y tener las herramientas adecuadas para ir progresando hacia un desarrollo personal más equilibrado, con compasión hacia mí misma y hacia los demás».
«Para mí participar en Romper el Hielo ha sido un viaje en que, a través de la escritura, hemos tenido la oportunidad de explorar algunas heridas emocionales, transformando la situación de dolor en una oportunidad de cambio. El curso me ha dado confianza, libertad, herramientas para hacer frente al malestar a través de la meditación y la compasión y, sobre todo he podido compartir este proceso con unas compañeras maravillosas. Hemos reído, hemos llorado y nos hemos acompañado con mucho cariño. El grupo y la confianza que se ha creado ha hecho posible que el cambio se dé. Estoy muy agradecida por haber participado».
Si te sientes identificado/a con algunos de los síntomas que descibo más arriba, lo más probable es que este curso pueda ayudarte. No obstante, la entrevista previa es, entre otras cosas, para hablar de esto.
Es normal, a todos nos pasa, y más en un curso así. Pero te puedo asegurar que esa vergüenza se disipará pasadas las dos primeras horas del curso, porque te darás cuenta de que todos (tú inclusive, yo inclusive) estaremos en el mismo nivel.
El curso partirá de cero en ambas disciplinas, así que no hay ningún problema. Podrás ir avanzando poco a poco, junto con el resto del grupo.
Nadie quiere sufrir, pero lo que más te hace sufrir es estar siempre huyendo del dolor. No dejes que ese miedo a pasarlo mal te paralice y da el paso. No te arrepentirás. Precisamente para ir más allá de ese sufrimiento está este acompañamiento.
Piensa que muchas veces los gastos tienen que ver con las prioridades. Con este curso estás invirtiendo en TI y en una mejor relación con todo lo demás, lo que te generará mucha más rentabilidad que cualquiera de las compras superfluas que puedas realizar. Y si realmente estás muy apurado de dinero, te recomiendo que empieces a ahorrar para las siguientes convocatorias. También te recomiendo que te leas este artículo de mi blog.
Por eso, entre otras cosas, tendremos una entrevista previa. Una vez que te apuntes, eso sí, si te quieres dar de baja no se devolverá el importe.
Es necesario asistir a todas las sesiones, ya que las ausencias afectan no solo a tu propio proceso, sino al de todo el grupo. No obstante, si por razones de causa mayor no puedes dejar de faltar a una sesión, recibirás la grabación de esta y los materiales correspondientes. Y si tuvieses que abandonar el proceso por algo ineludible, no se te devolverá el importe, pero se acumulará para que te puedas apuntar en la siguiente edición.
Si no quieres comprometerte este curso no es para ti. Yo aporto todo mi conocimiento, mi implicación y mi compromiso, así que necesito el tuyo para poder garantizarte unos buenos resultados.