«Para mí ha sido todo un descubrimiento, una ayuda mágica que me ha centrado y devuelto a mi vida una manera de ordenarme dentro de mi caos continuo. Esas horas de calma, de interiorización y de compartir, a veces espejo de mí misma, a veces guía para avanzar, a veces solo para dejar un pensamiento y coger energía para seguir adelante. Saber que no estás sola, reconocer tus flaquezas, tus miedos, tus inquietudes, de la mano de una maravillosa y valiente guía espiritual y una gran enseñante. Acompañada de otros seres de luz, todos en busca del camino, y todos presentes. Durante el confinamiento ansiaba el momento de las meditaciones conjuntas. Cuánto bien ha hecho todo esto que no se ve. Las raíces de los árboles tienen un sistema de comunicación como nuestro sistema neuronal, y se avisan de plagas, del fuego, se ayudan. Nosotras hemos echado raíces profundas, creo que será difícil no mantener el contacto».
CURSO REALIZADO: Echar Raíces
